Juan López
Por JUAN LÓPEZ
Los EE.UU., algunos de
los miembros del Consejo Presidencial de Transición y el Coordinador del
Consejo Electoral Provisional de Haití están planteando la realización de
elecciones generales en Haití, en febrero del próximo año 2026. ¡Utopía total!
Esas absurdas presiones y
despropósitos deseos chocan frontalmente con la cruda realidad haitiana, la
cual se caracteriza por: a) Padecer la más profunda crisis económica, social,
política e histórica en las últimas tres décadas.
b) Ausencia de
instituciones con credibilidad y capacidad para organizar unas elecciones
libres, democráticas, equitativas y creíbles.
c) Haití es una sociedad
en total zozobra, cuyo territorio es controlado en más del 80 % por varias
pandillas armadas mediante el terror, la extorsión, asesinatos, violaciones,
saqueos y narcotráficos.
d) Ausencia de
organizaciones políticas y de la sociedad civil en condiciones de integrarse,
en orden y pacíficamente, al conjunto de actividades que demanda un
proceso electoral democrático.
Por lo tanto, antes de
proponerse realizar elecciones en Haití, es imperativo analizar con objetividad
y precisión la situación actual por la que atraviesa Haití y tratar de
identificar las principales causas por las que fracasaron diferentes
intervenciones militares y misiones políticas (más de 9 desde 1915)
patrocinadas por la comunidad internacional (ONU, OEA, EE.UU. CARICOM, Unión
Europea).
De esos lamentables
fracasos, tratando de poner a funcionar la paz social, el desarrollo económico,
la gobernabilidad e institucionalidad democráticas en Haití, como botón, estos
tres casos:
1.- Intervención militar
y política de EE.UU. tratando de ayudar al gobierno del presidente Jean
Bertrand Arístides, víctima de sus “súper egos personales e incapacidad política”
y de dos golpes de Estado.
2.- Presencia por más de
13 años (abril 2004-octubre 2017) de la ONU a través de la MINUSTAH que terminó y dejó en peores condiciones la
institucionalidad y gobernabilidad haitianas.
3.- Ahora, desde el 25 de
junio de 2024, la fallida intervención militar internacional que “lideran
policías kenianos”; que ha sido incapaz de cumplir sus principales objetivos:
“el desarme de las bandas y la pacificación de Haití”. Último y rotundo fracaso
de la comunidad internacional con relación a las históricas y complejas crisis
que agobian al pueblo haitiano, ¡el más pobre en todo el continente americano y
hemisferio occidental!
Ante esa secuela de
fracasos políticos y militares, nos preguntamos ¿elecciones pa’cuándo y cómo en
Haití? Por eso, hablar de realizar elecciones en el 2026 en Haití es una
verdadera utopía, porque lo que procede, sin más dilaciones es la
implementación de las siguientes acciones:
1.- Poner en ejecución la
última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y enviar, a la mayor
brevedad posible, la fuerza militar anti-pandillas para que proceda, a
cualquier costo, con el desarme total y control de las bandas delincuenciales y
a imponer la paz social y política que, urgentemente, necesita y merece
el pueblo haitiano.
2.- Designar una comisión
de funcionarios y técnicos que, en representación de la ONU, administre el
Estado haitiano durante 4 o 5 años consecutivos.
3.- Que la comunidad
internacional (EE.UU., Unión Europea, CARICOM, FMI, BID y BM) realicen
significativos aportes económicos para levantar el sistema productivo y las
actividades económicas de Haití.
4.- Luego de comprobado
el desarmen, la pacificación, el restablecimiento del orden social,
institucional y económico y la verificación de que se han creado condiciones
objetivas y reales, entonces, y solo entonces, proceder a montar un proceso
electoral democrático, libre y equitativo para que el pueblo haitiano
escoja sus nuevos gobernantes.
El pueblo haitiano
necesita esa nueva oportunidad. Los países de la región requieren que Haití sea
una nación que permitan a sus ciudadanos vivir en su país, y la R. Dominicana,
tal cual lo manifestaron en históricas cartas el presidente Luis Abinader y los
ex presidentes Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía, en legítima
representación del pueblo dominicano. ¡Nos urge la pronta solución de la crisis
haitiana porque no podemos seguir soportándola ni resolverla!